Editorial
original:
En Foco
POR EDUARDO VAN DER KOOY
Habría que apartar, por un momento, el teatro montado en la Casa Rosada y el contenido del discurso presidencial para visualizar una conclusión de fondo: Cristina Fernández parece empezar a percibir, como le sucede al común de los ciudadanos argentinos, que la pretendida inyección de capital político que imaginó para su Gobierno tras la derrota electoral de octubre se ha evaporado antes de lo pensado.
“Habría
que apartar”(SIC) al “contenido del discurso presidencial”
(SIC). Esto es lo mismo que decir que por más que haya dicho lo que
haya dicho, esta editorial va a plantear lo que carajo quiera porque
no es importante lo que haya sucedido en la Rosada, y dicho y hecho
la Presidenta.
Jorge
Capitanich es ya un jefe de Gabinete devaluado en apenas dos meses.
Axel Kicillof no acierta todavía con ninguna receta económica que
despeje la enorme incertidumbre que cubre el
horizonte de nuestro país.
“Jefe
de Gabinete devualuado”(SIC). ¿Qué sería un Jefe de Gabinete
sobrevaluado? ¿Y qué tal con eso de “no acierta ninguna receta
económica”(SIC)? ¿Las soluciones serían mágicas para el buen
señor Van Der K de Kooy?
Esa
realidad ayudaría a explicar el molde de la reaparición de
Cristina,mucho mas asociado a cuando volvió el 20 de noviembre de
su larga convalecencia y tomó juramento a los nuevos ministros que a
la anterior incursión pública, el pasado 22 de enero. Ambos
mensajes tuvieron, sin embargo, un similar hilo conductor: los dedicó
para el anuncio de mejoras sociales. En la primera
oportunidad, el lanzamiento de un plan para jóvenes, entre 18 y 24
años, que ni estudian ni trabajan tomado de la experiencia mexicana
que su nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, está en vías
de reformular.
O
sea: en México, país ejemplo si los hay, no funcionó, pero acá la
YEGUA lo hace y tarde, poco y mal. Qué lo parió.
Anoche,
el primero de los dos aumentos anuales, previstos por
ley, para los jubilados (11.31%) y la triplicación del
valor de la Ayuda Escolar Anual, que llegará a los $510. La lógica
presidencial sigue, en este tiempo de timón a media máquina,
aferrada únicamente a la difusión de buenas noticias.
“Previstos
por ley”(SIC). ¿De cuándo es la ley? ¿Quién hizo esa ley?
¿Alfonsín? ¿Menem? ¿De la Rúa? ¿Magnetto? ¿Massa?
¿Barrionuevo? ¿Castells? ¿Tu vieja? ¿Y si se termina haciendo
“ley” a la AUH, Clarín escribirá que está bien y es bueno?
Esa
pretensión parece con frecuencia rodeada de paradojas. Cristina
continúa describiendo una nación que no existe.
“Una
nación que no existe”(SIC). Usted, amable lector, que está
leyendo esto, no existe. Este blog, tampoco. El diario Clarín, está
nervioso. Pelé, debutó con un pibe. Y el mundo es un infierno en el
que la Presidenta no vive, porque no existe ni la Presidenta, ni el
mundo, ni el infierno. Fuerte.
En
un tono guerrero, además, que tendría mas vinculación con las
dificultades que acechan antes que con la supuesta prosperidad
mencionada en su mensaje. Regresó con la cadena
nacional para competir con las que denomina “cadenas del
desánimo” (los medios de comunicación no adictos) y
desparramó sus fobias sobre casi todos los sectores de la comunidad.
A saber: los empresarios, los banqueros, los dueños de los
laboratorios, los opositores y, sobre todo, los sindicalistas.
“En
un tono guerrero”(SIC), y sí, cómo querés que lo diga. Luego,
dice aquel viejo paradigma de “medios de comunicación no
adictos”(SIC), como si “los empresarios, banqueros, los dueños
de los laboratorios, los opositores y, sobre todo, los
sindicalistas”(SIC), además de los medios como Clarín, La Nación
y tantos otros, no tuvieran una irrecuperable adicción potenciada al
DINERO, así, sin más y sin importar cómo se gane ese DINERO.
El
rostro demudado del metalúrgico Antonio Caló, el
líder de la CGT K, sentado en la primera fila de invitados, resultó
en ese aspecto hiper expresivo. Su incomodidad no estuvo sola: bastó
también con otear el semblante de algunos gobernadores y
hasta ministros mientras Cristina hablaba y los jóvenes
militantes –repartidos en el salón del acto y en los patios
internos de la Casa Rosada– saturaban con su euforia.
“El
rostro demudado”(SIC) y “su incomodidad”(SIC), eran en realidad
el reflejo de asumir que ningún TRABAJADOR (no ningún argentino,
sino TRABAJADOR) se muere de hambre, como dijo la Presidenta.
Según
el libreto de la Presidenta, todos aquellos actores y nunca
los errores de su propia administración serían los
principales responsables de la crisis económica en ciernes. De la
inflación, para ser exactos. Palabra que pronunció una sola vez en
40 minutos, aunque el esqueleto de su discurso rondó siempre ese
problema. Cristina golpeó a Caló por haber dicho, días atrás, que
el sueldo no le alcanza a mucha gente en la Argentina para comer.
“Palabra
que pronunció una sola vez en 40 minutos, aunque el esqueleto de su
discurso rondó siempre ese problema”(SIC). O sea, habló de la
inflación, durante todo el discurso la columna vertebral fue la
inflación y sin embargo... no habló de la inflación, salvo una
sola vez. A Van Der Kooy no hay inflación que le venga bien.
A
Hugo Moyano, Secretario General de la CGT, le destinó otro capítulo
con datos que aportó el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Sostuvo que la mayor parte de las transacciones para la compra de
dólares –que estimó hasta ahora por encima de 400
mil– corresponderían a trabajadores en relación de
dependencia y ligados muchos de ellos al gremio de los camioneros.
“Habría
que apartar” (SIC) al “contenido del discurso presidencial”
(SIC). Esto es lo mismo que decir que por más que haya dicho lo que
haya dicho, esta editorial va a plantear lo que carajo quiera porque
no es importante lo que haya sucedido en la Rosada, y dicho y hecho
la Presidenta.
Utilizó
ese ejemplo con dos propósitos. Desairar aquella afirmación de Caló
que tanto fastidio le causó y exaltar la presunta capacidad de
ahorro de los trabajadores.
Ajá.
Si no lo decía Van Der K de Kooy, no se enteraba el pueblo ignaro y
bruto de esta nación que como leímos antes, ya no existiría.
Esos
trabajadores atesorarían dólares porque les sobraría plata.
Esa constituyó su fallida argumentación de un fenómeno que posee,
a las claras, otra explicación: la gente que puede se vuelca
al dólar porque el peso se devaluó un 25% en enero –lo devaluó
el Gobierno– y la tendencia inflacionaria no cede.
Señor
columnista: nadie que no tenga para comer, compra dólares. Si podés
comprar dólares, comer, comiste seguro. Estamos hablando de comida.
Comer. Por la boca. ¿Se entiende? Creo que SIC.
Se
trata de una constante histórica de la sociedad cada vez que olfatea
la cercanía de una tormenta.
En
realidad “se trata de una constante histórica”(SIC) de una parte
de la sociedad a la que estafaban cada tres años, y ahora, hace más
de diez, no están estafando con hiperinflación. No esperamos nunca,
que en Clarín se compare lo que es la hiperinflación con una
inflación como la que hoy, hay.
Aquella
infortunada tesis presidencial significó, al mismo tiempo, otro
desmadejamiento del relato K. Hace un año Cristina instó a los
ciudadanos a ahorrar en pesos. Ella misma dijo haber pesificado
algunos ahorros. Obligó a hacerlo también a sus funcionarios,
aunque varios no cumplieron. Ahora se alegra porque ciertos
trabajadores tienen capacidad para comprar dólares.
La
Presidenta “instó”(SIC) a ahorrar en pesos, y nunca jamás, ni
hoy ni nunca, dijo lo contrario. Jamás “instó”(SIC) a comprar
dólares. Pero si alguien puede hacerlo, está bien. Pasa que para
Van Der Kooy, si alguien, o “ciertos trabajadores”(SIC) pueden
comprar dólares, también está mal. Y esto pasa hoy. No hace seis
meses. Hoy, en que esta Nación “no existe”(SIC), se siguen
comprando dólares. Alguito de plata sigue habiendo. Salvo que se
hayan gastado todos los millones, las millones de personas que se
fueron de vacaciones en los últimos días.
El
relato parece andar a estar altura como su gestión, con la brújula
alocada.
¿”El
relato”(SIC) es la gestión? Entonces no es relato. Póngase de
acuerdo, señor Van Der.
Su
convocatoria al cuidado de los precios trasmitió idéntica
impresión. Advirtió a los sindicalistas. Pero llamó también a
gobernadores, intendentes y militantes. Rogó a la gente que, por
distintas razones, realiza piquetes cotidianos a que se sumen a la
patriada.
Claro,
fue una “convocatoria”(SIC) a todos y a todas. Jamás esperaremos
que Clarín se sume a nada que tenga que ver con la patria, ni a algo
que puede ser bueno para todos: nadie, ni el señor Van Der Kooy,
puede decir que la propuesta de que todo el país cuide los precios
acordados, es algo malo o negativo para el pueblo.
Transmitió
la sensación de algo improvisado, con rasgos de
desesperación, mas que de un plan urdido y a punto de ser puesto
en marcha.
Volvemos
a informarle a los señores columnistas, que este “plan”(SIC) ya
fue “urdido”(SIC) y que está funcionando. Vea aquí, buen señor:
http://www.precioscuidados.com/
Ahí
también se puede denunciar. Y funciona hace un mes. Bienvenido a la
Nación que sí, existe.
Cristina
dejó para el epílogo, tal vez, la cuestión política mas
delicada. En uno de los dos breves discursos que pronunció
–además del principal– ante los militantes que colmaron los
patios de la Rosada auguró que está dispuesta a dar todas
las batallas que sean necesarias y que no dejará ninguna de
sus convicciones en el sillón presidencial.
Claro.
Me gustaría saber qué significan las negritas, en este caso, pero
bueno. Lo obviaremos para más adelante.
Pareció
una referencia obligada e inevitable frente a un debate público que
instaló el oficialismo: la posibilidad de que un agravamiento de
la crisis económica trunque la transición completa
hasta el 2015.
¿¿¿¿En
qué momento esto lo “instaló el oficialismo”(SIC)??? “El
oficialismo”(SIC) siempre fue claro: este Gobierno concluye en
2015. Este proyecto, sigue muchos años más. Este proyecto... a vos
te duele.
Esa
agenda fue abierta la semana pasada por el gobernador K de Misiones,
Maurice Closs, quien afirmó que este tiempo podría concluir como el
de Raúl Alfonsín o quizás el de la Alianza. Closs se rectificó y,
al parecer, conformó a Cristina: “Mauri”, lo llamó
amigablemente anoche, cuando debió consultarlo sobre una explotación
laboral de campesinos en un predio de Misiones.
Detalle:
“Sobre una explotación laboral de campesinos”(SIC) de cuyos
campos, es el dueño Ramón Puerta, ex “presidente”.
El
tema no quedó en la nada. Ayer lo retomó el ministro de Interior y
Transporte, Florencio Randazzo, que pidió no ilusionarse (¿a
quién?) sobre que “nos vayamos a ir antes”. Lo secundó,
mas o menos del mismo modo, el titular de Defensa, Agustín Rossi.
“¿A
quién?”(SIC), a usted, señor Van Der Kooy. A usted y a toda la
oposición. Como ustedes tienen a todo el aparato para contar su
propio relato, el Gobierno tiene que salir a llevar tranquilidad al
pueblo. Sabemos que si el Gobierno no lo hace, ustedes dirán que
nadie dijo nada sobre ese tópico, con lo cual, sería cierto.
Entonces, cuando se habla porque se habla cuando no se habla porque
no. Ay...
A
ningún dirigente opositor, sindical, político o empresario se le
ocurrió insinuar algo así. El único atrevido fue un ex diputado,
el peronista riojano Jorge Yoma, en alguna época embajador
kirchnerista en México. La oposición se estremece ante la menor
chance de algún tropiezo de la transición. Pretende que el Gobierno
y todo el peronismo pague los costos por tantos años
de desarreglos económicos. Eso podría abrirle alguna puerta en el
2015.
Estimado
Van Der Kooy: busque en sus anales del diario Clarín. Busque a
Barrionuevo, por ejemplo. Dele, haga ese esfuerzo. ¿Sí?
Nunca
antes.
Nunca
menos.
Los
opositores y la mayoría peronista presumen, mas allá de sus deseos,
que no se avecinan para la Argentina tiempos fáciles.Lo
sinceró el propio Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, con una
de sus acostumbradas metáforas. Sobrevoló también todo el discurso
de Cristina, al margen de las coreografías y las simulaciones.
“Sobrevoló”(SIC),
y luego habla de “las coreografías y las simulaciones”(SIC). Le
contamos al señor Van Der Kooy, que la simulación más burda, es la
de querer hacer de cuenta que a Clarín le importa el pueblo, y no su
propio monopolio.
SIC!
SIC!
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