miércoles, 5 de febrero de 2014

Hoy: editorial de Clarín



Editorial original:

En Foco

POR EDUARDO VAN DER KOOY



Habría que apartar, por un momento, el teatro montado en la Casa Rosada y el contenido del discurso presidencial para visualizar una conclusión de fondo: Cristina Fernández parece empezar a percibir, como le sucede al común de los ciudadanos argentinos, que la pretendida inyección de capital político que imaginó para su Gobierno tras la derrota electoral de octubre se ha evaporado antes de lo pensado.
Habría que apartar”(SIC) al “contenido del discurso presidencial” (SIC). Esto es lo mismo que decir que por más que haya dicho lo que haya dicho, esta editorial va a plantear lo que carajo quiera porque no es importante lo que haya sucedido en la Rosada, y dicho y hecho la Presidenta.


Jorge Capitanich es ya un jefe de Gabinete devaluado en apenas dos meses. Axel Kicillof no acierta todavía con ninguna receta económica que despeje la enorme incertidumbre que cubre el horizonte de nuestro país.
Jefe de Gabinete devualuado”(SIC). ¿Qué sería un Jefe de Gabinete sobrevaluado? ¿Y qué tal con eso de “no acierta ninguna receta económica”(SIC)? ¿Las soluciones serían mágicas para el buen señor Van Der K de Kooy?


Esa realidad ayudaría a explicar el molde de la reaparición de Cristina,mucho mas asociado a cuando volvió el 20 de noviembre de su larga convalecencia y tomó juramento a los nuevos ministros que a la anterior incursión pública, el pasado 22 de enero. Ambos mensajes tuvieron, sin embargo, un similar hilo conductor: los dedicó para el anuncio de mejoras sociales. En la primera oportunidad, el lanzamiento de un plan para jóvenes, entre 18 y 24 años, que ni estudian ni trabajan tomado de la experiencia mexicana que su nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, está en vías de reformular.
O sea: en México, país ejemplo si los hay, no funcionó, pero acá la YEGUA lo hace y tarde, poco y mal. Qué lo parió.


Anoche, el primero de los dos aumentos anuales, previstos por ley, para los jubilados (11.31%) y la triplicación del valor de la Ayuda Escolar Anual, que llegará a los $510. La lógica presidencial sigue, en este tiempo de timón a media máquina, aferrada únicamente a la difusión de buenas noticias.
Previstos por ley”(SIC). ¿De cuándo es la ley? ¿Quién hizo esa ley? ¿Alfonsín? ¿Menem? ¿De la Rúa? ¿Magnetto? ¿Massa? ¿Barrionuevo? ¿Castells? ¿Tu vieja? ¿Y si se termina haciendo “ley” a la AUH, Clarín escribirá que está bien y es bueno?


Esa pretensión parece con frecuencia rodeada de paradojas. Cristina continúa describiendo una nación que no existe.
Una nación que no existe”(SIC). Usted, amable lector, que está leyendo esto, no existe. Este blog, tampoco. El diario Clarín, está nervioso. Pelé, debutó con un pibe. Y el mundo es un infierno en el que la Presidenta no vive, porque no existe ni la Presidenta, ni el mundo, ni el infierno. Fuerte.


En un tono guerrero, además, que tendría mas vinculación con las dificultades que acechan antes que con la supuesta prosperidad mencionada en su mensaje. Regresó con la cadena nacional para competir con las que denomina “cadenas del desánimo” (los medios de comunicación no adictos) y desparramó sus fobias sobre casi todos los sectores de la comunidad. A saber: los empresarios, los banqueros, los dueños de los laboratorios, los opositores y, sobre todo, los sindicalistas.
En un tono guerrero”(SIC), y sí, cómo querés que lo diga. Luego, dice aquel viejo paradigma de “medios de comunicación no adictos”(SIC), como si “los empresarios, banqueros, los dueños de los laboratorios, los opositores y, sobre todo, los sindicalistas”(SIC), además de los medios como Clarín, La Nación y tantos otros, no tuvieran una irrecuperable adicción potenciada al DINERO, así, sin más y sin importar cómo se gane ese DINERO.


El rostro demudado del metalúrgico Antonio Caló, el líder de la CGT K, sentado en la primera fila de invitados, resultó en ese aspecto hiper expresivo. Su incomodidad no estuvo sola: bastó también con otear el semblante de algunos gobernadores y hasta ministros mientras Cristina hablaba y los jóvenes militantes –repartidos en el salón del acto y en los patios internos de la Casa Rosada– saturaban con su euforia.
El rostro demudado”(SIC) y “su incomodidad”(SIC), eran en realidad el reflejo de asumir que ningún TRABAJADOR (no ningún argentino, sino TRABAJADOR) se muere de hambre, como dijo la Presidenta.


Según el libreto de la Presidenta, todos aquellos actores y nunca los errores de su propia administración serían los principales responsables de la crisis económica en ciernes. De la inflación, para ser exactos. Palabra que pronunció una sola vez en 40 minutos, aunque el esqueleto de su discurso rondó siempre ese problema. Cristina golpeó a Caló por haber dicho, días atrás, que el sueldo no le alcanza a mucha gente en la Argentina para comer.
Palabra que pronunció una sola vez en 40 minutos, aunque el esqueleto de su discurso rondó siempre ese problema”(SIC). O sea, habló de la inflación, durante todo el discurso la columna vertebral fue la inflación y sin embargo... no habló de la inflación, salvo una sola vez. A Van Der Kooy no hay inflación que le venga bien.


A Hugo Moyano, Secretario General de la CGT, le destinó otro capítulo con datos que aportó el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Sostuvo que la mayor parte de las transacciones para la compra de dólares –que estimó hasta ahora por encima de 400 mil– corresponderían a trabajadores en relación de dependencia y ligados muchos de ellos al gremio de los camioneros.
Habría que apartar” (SIC) al “contenido del discurso presidencial” (SIC). Esto es lo mismo que decir que por más que haya dicho lo que haya dicho, esta editorial va a plantear lo que carajo quiera porque no es importante lo que haya sucedido en la Rosada, y dicho y hecho la Presidenta.


Utilizó ese ejemplo con dos propósitos. Desairar aquella afirmación de Caló que tanto fastidio le causó y exaltar la presunta capacidad de ahorro de los trabajadores.
Ajá. Si no lo decía Van Der K de Kooy, no se enteraba el pueblo ignaro y bruto de esta nación que como leímos antes, ya no existiría.


Esos trabajadores atesorarían dólares porque les sobraría plata. Esa constituyó su fallida argumentación de un fenómeno que posee, a las claras, otra explicación: la gente que puede se vuelca al dólar porque el peso se devaluó un 25% en enero –lo devaluó el Gobierno– y la tendencia inflacionaria no cede.
Señor columnista: nadie que no tenga para comer, compra dólares. Si podés comprar dólares, comer, comiste seguro. Estamos hablando de comida. Comer. Por la boca. ¿Se entiende? Creo que SIC.


Se trata de una constante histórica de la sociedad cada vez que olfatea la cercanía de una tormenta.
En realidad “se trata de una constante histórica”(SIC) de una parte de la sociedad a la que estafaban cada tres años, y ahora, hace más de diez, no están estafando con hiperinflación. No esperamos nunca, que en Clarín se compare lo que es la hiperinflación con una inflación como la que hoy, hay.


Aquella infortunada tesis presidencial significó, al mismo tiempo, otro desmadejamiento del relato K. Hace un año Cristina instó a los ciudadanos a ahorrar en pesos. Ella misma dijo haber pesificado algunos ahorros. Obligó a hacerlo también a sus funcionarios, aunque varios no cumplieron. Ahora se alegra porque ciertos trabajadores tienen capacidad para comprar dólares.
La Presidenta “instó”(SIC) a ahorrar en pesos, y nunca jamás, ni hoy ni nunca, dijo lo contrario. Jamás “instó”(SIC) a comprar dólares. Pero si alguien puede hacerlo, está bien. Pasa que para Van Der Kooy, si alguien, o “ciertos trabajadores”(SIC) pueden comprar dólares, también está mal. Y esto pasa hoy. No hace seis meses. Hoy, en que esta Nación “no existe”(SIC), se siguen comprando dólares. Alguito de plata sigue habiendo. Salvo que se hayan gastado todos los millones, las millones de personas que se fueron de vacaciones en los últimos días.


El relato parece andar a estar altura como su gestión, con la brújula alocada.
¿”El relato”(SIC) es la gestión? Entonces no es relato. Póngase de acuerdo, señor Van Der.


Su convocatoria al cuidado de los precios trasmitió idéntica impresión. Advirtió a los sindicalistas. Pero llamó también a gobernadores, intendentes y militantes. Rogó a la gente que, por distintas razones, realiza piquetes cotidianos a que se sumen a la patriada.
Claro, fue una “convocatoria”(SIC) a todos y a todas. Jamás esperaremos que Clarín se sume a nada que tenga que ver con la patria, ni a algo que puede ser bueno para todos: nadie, ni el señor Van Der Kooy, puede decir que la propuesta de que todo el país cuide los precios acordados, es algo malo o negativo para el pueblo.


Transmitió la sensación de algo improvisado, con rasgos de desesperación, mas que de un plan urdido y a punto de ser puesto en marcha.
Volvemos a informarle a los señores columnistas, que este “plan”(SIC) ya fue “urdido”(SIC) y que está funcionando. Vea aquí, buen señor: http://www.precioscuidados.com/
Ahí también se puede denunciar. Y funciona hace un mes. Bienvenido a la Nación que sí, existe.


Cristina dejó para el epílogo, tal vez, la cuestión política mas delicada. En uno de los dos breves discursos que pronunció –además del principal– ante los militantes que colmaron los patios de la Rosada auguró que está dispuesta a dar todas las batallas que sean necesarias y que no dejará ninguna de sus convicciones en el sillón presidencial.
Claro. Me gustaría saber qué significan las negritas, en este caso, pero bueno. Lo obviaremos para más adelante.


Pareció una referencia obligada e inevitable frente a un debate público que instaló el oficialismo: la posibilidad de que un agravamiento de la crisis económica trunque la transición completa hasta el 2015.
¿¿¿¿En qué momento esto lo “instaló el oficialismo”(SIC)??? “El oficialismo”(SIC) siempre fue claro: este Gobierno concluye en 2015. Este proyecto, sigue muchos años más. Este proyecto... a vos te duele.


Esa agenda fue abierta la semana pasada por el gobernador K de Misiones, Maurice Closs, quien afirmó que este tiempo podría concluir como el de Raúl Alfonsín o quizás el de la Alianza. Closs se rectificó y, al parecer, conformó a Cristina: “Mauri”, lo llamó amigablemente anoche, cuando debió consultarlo sobre una explotación laboral de campesinos en un predio de Misiones.
Detalle: “Sobre una explotación laboral de campesinos”(SIC) de cuyos campos, es el dueño Ramón Puerta, ex “presidente”.


El tema no quedó en la nada. Ayer lo retomó el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que pidió no ilusionarse (¿a quién?) sobre que “nos vayamos a ir antes”. Lo secundó, mas o menos del mismo modo, el titular de Defensa, Agustín Rossi.
¿A quién?”(SIC), a usted, señor Van Der Kooy. A usted y a toda la oposición. Como ustedes tienen a todo el aparato para contar su propio relato, el Gobierno tiene que salir a llevar tranquilidad al pueblo. Sabemos que si el Gobierno no lo hace, ustedes dirán que nadie dijo nada sobre ese tópico, con lo cual, sería cierto. Entonces, cuando se habla porque se habla cuando no se habla porque no. Ay...


A ningún dirigente opositor, sindical, político o empresario se le ocurrió insinuar algo así. El único atrevido fue un ex diputado, el peronista riojano Jorge Yoma, en alguna época embajador kirchnerista en México. La oposición se estremece ante la menor chance de algún tropiezo de la transición. Pretende que el Gobierno y todo el peronismo pague los costos por tantos años de desarreglos económicos. Eso podría abrirle alguna puerta en el 2015.
Estimado Van Der Kooy: busque en sus anales del diario Clarín. Busque a Barrionuevo, por ejemplo. Dele, haga ese esfuerzo. ¿Sí?


Nunca antes.
Nunca menos.


Los opositores y la mayoría peronista presumen, mas allá de sus deseos, que no se avecinan para la Argentina tiempos fáciles.Lo sinceró el propio Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, con una de sus acostumbradas metáforas. Sobrevoló también todo el discurso de Cristina, al margen de las coreografías y las simulaciones.

Sobrevoló”(SIC), y luego habla de “las coreografías y las simulaciones”(SIC). Le contamos al señor Van Der Kooy, que la simulación más burda, es la de querer hacer de cuenta que a Clarín le importa el pueblo, y no su propio monopolio.

SIC!


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