Hoy, editorial de La Nación:
En
vísperas de otro cambio de rumboPor Joaquín
Morales Solá
Y
sí, se llama democracia, Joaco.Y falta un año y medio.
Sólo
hay una certeza entre tantas incertidumbres: la crisis no demorará
en devorarse a la política o al equipo de la Presidenta. Una de las
dos cosas, o las dos, deberá entregar antes de que el Banco Central
se quede exhausto y de que la inflación haya terminado con la
paciencia de los argentinos. ¿Quién, en su sano juicio, imagina
muchas semanas o muchos días más con caídas diarias de reservas de
entre 150 y 250 millones de dólares? ¿Quién puede suponer que la
sociedad vivirá normalmente con una inflación de 5% en enero, según
estiman economistas privados, y probablemente de 3 o 4% en febrero?
“Sólo
hay una certeza” (SIC). Yo si fuera Morales Solá, termino ahí la
nota. Si es una certeza, chau pinela. Pero bueno. Sigue. Que todo
estará mal. Y que “la crisis” (SIC) se devorará a “la
política o al equipo de la Presidenta” (SIC), así, sin chicanas
ni sinónimos.
La
devaluación estaba en los planes del Gobierno. En noviembre, luego
de las sublevaciones policiales que obligaron a las provincias y a la
Nación a dar fuertes aumentos salariales, se le preguntó a un
importante dirigente kirchnerista cómo harían para financiar esas
promesas cuando el déficit y la emisión habían alcanzado un nivel
récord. "Hay dos soluciones. Una consistiría en bajar los
salarios por decreto. Imposible. La otra es una fuerte devaluación
para licuar el déficit del Estado. Saque sus conclusiones, porque
sólo existen esas dos recetas. No hay tres", respondió.
“Un
importante dirigiente kirchnerista” (SIC). Me imagino. Imagino a
ese importante dirigiente kirchnerista diciéndole a JOAQUÍN MORALES
SOLÁ “saque sus conclusiones” (SIC). Acá hay varias opciones: o
el dirigente no es, en efecto, kirchnerista, o no habló con ningún
dirigente, o el dirigente no dijo esto, o no es dirigente, o no nada
de eso.
El
Gobierno eligió enero para depreciar el peso, creyendo que la
distracción de las vacaciones licuaría el mal humor social que
producen las devaluaciones. No fue así.
Ok.
Si lo hacía en noviembre, era por el resultado de las elecciones. Si
era en diciembre, era por las fiestas. Fue en enero, es por las
vacaciones. Si fuera en febrero sería por las paritarias. Si fuera
en marzo, por el inicio de las sesiones. Si fuera en abril, andá a
saber. No, Joaco. “no fue así” (SIC).
La
Presidenta está en su peor momento en las encuestas desde la guerra
con el campo, hace cinco años. Hizo la devaluación, además, con un
equipo de funcionarios inexpertos y mediocres, enfrentados entre
ellos, jugando a la desautorización mutua. El país atravesó muchas
crisis en su historia, pero ninguna fue manejada, como ésta, con
tanta ineptitud y contradicciones peligrosamente mezcladas. Una
parodia más que un plan. El corresponsal del diario español El
País, Francisco Peregil, escribió con sagacidad que podría ser un
"gobierno humorístico" si no fuera porque sus decisiones
influyen en la vida de millones de argentinos.
Según
Joaquín, esta “crisis”(SIC) es LA PEOR MANEJADA DE LA HISTORIA.
No quisiera saber qué opinión tiene sobre la “crisis” de los
setenta y su “solución”. Luego Joaco cita a un tipo que se llama
“Peregil” (SIC), lo cual no es un chiste pero da risa. Y de “El
país” (SIC).
Al
revés de lo que el Gobierno cristinista pregonó siempre falsamente
("el mundo se nos cayó encima"), es la Argentina la que se
cayó ahora sobre el mundo, más que nada sobre los países
emergentes. Y sobre España, que siempre oscila por los estropicios
argentinos. Es cierto que había ciertas vacilaciones entre los
emergentes (por la restricción de los estímulos monetarios
norteamericanos, una tendencia a la baja de los precios
internacionales de las materias primas y cierta retracción de la
economía china), pero venían ?reacomodando sus economías sin
provocar grandes espectáculos de crisis. Las escenas operísticas de
la economía argentina, en cambio, perjudicaron a todos los países
emergentes, sobre todo a Turquía, Sudáfrica y Rusia.
“Cristinista”
(SIC). Este párrafo invoca directamente una realidad paralela, ya no
provincial, tampoco nacional, mucho menos latinoamericanista: aquí,
este columnista enojado nos cuenta que el mundo, sí, el mundo, se
cae por culpa de CRISTINA y el CRISTINISMO. De verdad. Releélo.
CULPA DE LA YEGÜA. Arigató
El
Gobierno eligió el peor camino: una devaluación sin plan. Y sucedió
lo que sucede siempre en estos casos: comenzó una carrera
insoportable entre el tipo de cambio y los precios. Una carrera que
no tiene condiciones físicas ni oxígeno para 60 días. ¿Por qué
60 días? Porque sólo en marzo comenzarán a ingresar al país
dólares por las exportaciones de granos. Tampoco entonces empezará
una fiesta sin fin. Serán sólo tres meses (marzo, abril y mayo); el
segundo semestre será tan austero como las semanas que corren.
Mientras tanto, los economistas se preguntan si la inflación
argentina cerrará el primer trimestre del año con un índice de un
dígito o de dos dígitos. En rigor, lo único que podría frenar la
suba de precios sería una brusca desaceleración del nivel de
actividad económica. Una noticia política tan mala como la
inflación. No es una alternativa descartable, ni mucho menos.
“Una
carrera que no tiene condiciones físicas ni oxígeno” (SIC).
Desconocía que el dólar tenía cuerpo, alma, y esas pavadas. En
esta misma parrafada infernal, Joaco dice que aunque en marzo entren
dólares, todo va a estar mal. Y que “serán sólo tres
meses”(SIC). No lo leí decir que sólo pasó una semana desde la
cuestión del dólar a 8 pesos. Morales Solá también dice que “los
economistas” (SIC) se preguntan cosas. Pero no nos informa qué se
responden, esos “economistas” (SIC) anónimos. :(
El
baile de Cristina con la impopularidad sólo ha comenzado. El pésimo
manejo de la economía era hasta ahora un debate intelectual. El
cristinismo había impuesto preguntas que ya estaban respondidas
hacía mucho tiempo. Por ejemplo: ¿la emisión monetaria produce
inflación? Una presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del
Pont, llegó a afirmar que no. La realidad la está refutando. ¿El
gasto público beneficia a los sectores más pobres de la sociedad?
El gasto público desmedido produce inflación, que afecta, primero y
sobre todo, a los más pobres.
“Cristinismo”
(SIC). ¿Desde cuándo la economía es un debate intelectual y no que
afecte a todos los argentinos? Desde que se le ocurrió empezar y
terminar esa oración. No es lo que dice a lo largo de toda esta
insoportable y caprichosita columna. Si me equivoco, que la SIP y
FOPEA me perdonen.
La
sociedad vivía ajena a esa controversia inútil, mientras los
salarios aumentaban junto con la inflación y el consumo mantenía
niveles importantes. En el largo período que duró ese debate el
kirchnerismo gastó el stock energético y el stock ganadero, y está
liquidando el stock de reservas de dólares del Banco Central. ¿Quién
ganó en la "década ganada" si el país es más pobre de
lo que era?
“Controversia
inútil” (SIC), pero Joaco, vos estás planteando esa
controversia... y “se gastó el stock energético y el stock
ganadero” (SIC), ¿Significa que NO HAY MÁS? Todo está perdido.
El
problema actual de la Presidenta es que la inservible vejez de sus
políticas salió del debate y llegó cruelmente a la vida cotidiana
de la sociedad. Los cortes de luz, la inflación y el dólar son
conflictos demasiado populares como para tratar de confundir a
alguien. "Con esos problemas instalados en la sociedad, los
economistas no necesitamos explicar que estamos frente a una crisis",
resumió Carlos Melconian.
“Inservible
vejez” (SIC), Joaquín, parecés una señora envidiosa, vamos. Y
luego, develamos quienes eran esos “economistas” (SIC): Carlos
Melconián, el economista de Menem y de Macri. Todo piolah, amiwo.
El
Gobierno decidió anclar el precio del dólar en 8 pesos y las tasas
de interés en el 25 por ciento. Si esas tasas de interés lograran
frenar el precio del dólar, habrá sido a cambio de bajar
notablemente el nivel de la actividad económica. La conspiración
supuesta y previsible será entonces de los bancos. Pero si esas
tasas fueran insuficientes, el dólar volverá a dar un salto. El
complot inverosímil será, en tal caso, de los compradores de
dólares, que el propio Gobierno espoleó. Todo es posible cuando
sólo hay un equipo gobernante que abre puertas que conducen a ningún
lado, que se mete en laberintos sin salida y que se va hacia una
dirección para después volver. Un gobierno definitivamente
marxista, pero seguidor de Groucho Marx.
“La
conspiración supuesta y previsible será entonces de los bancos”
(SIC), podemos tomarlo como confesión. Gracias, señor Morales Solá.
Y rematás el párrafo con “marxistas de Groucho”. Ese es un chiste
muy pero muy viejo, Joaco. Esforzate un poco.
Un
conflicto central de Cristina Kirchner es la desconfianza que provoca
su gobierno. Desconfianza en el manejo económico que la acompañó
aun cuando arrasaba en elecciones nacionales. En el mes de octubre de
2011, cuando ganó la reelección con más del 54 por ciento de los
votos, se fueron del Banco Central unos 3000 millones de dólares,
comprados por argentinos de todos los sectores sociales, pero
igualmente desconfiados. Ahora, está impidiendo esenciales
importaciones de insumos industriales para satisfacer la desconfianza
de esos mismos argentinos, que se agolpan en las puertas de los
bancos para comprar dólares.
Según
JMS, los argentinos de todos los sectores sociales que compraron
“unos 3000 millones de dólares” (SIC), lo hicieron
“desconfiados” (SIC). Y que ahora, los que “se agolpan en las
puertas de los bancos” (SIC) (lo cual es MENTIRA, lisa y
llanamente, porque agolparse en la puerta de un banco era lo que
veíamos en 2001), lo hacen también... desconfiados. Y ah, hay que
“satisfacer la desconfianza” (SIC) (?).
Tal
vez la Presidenta cambie de política y de equipo, pero difícilmente
recuperará la confianza que perdió hace demasiado tiempo. Ganaría,
desde ya, con sólo conseguir que el jefe de Gabinete y el ministro
de Economía digan el mismo discurso en lugar de desautorizarse entre
ellos. Pero el núcleo duro de su conflicto consiste en que los
componentes de la sociedad no creen en sus políticas económicas,
buenas o malas.
Aquí
Joaquín dice que el pueblo está desconfiado por las medidas del
Gobierno, y que si Cristina cambia las medidas del Gobierno, también
estará desconfiado, él y el pueblo. Otra vez, todo está perdido.
Luego, insistiría en preguntar qué es “el núcleo duro” (SIC),
pero temo pensar demasiado y llegar a algunas conclusiones.
En
los últimos días se han mencionado los ejemplos de los gobiernos de
Raúl Alfonsín y de Fernando de la Rúa. La mención es atinada,
porque la crisis actual parece ser una mezcla de los malos manejos en
ambas experiencias históricas. Hay un solo dato diferente: esta vez
es el peronismo el que está en el poder y podría perderlo.
GORILA.
Dirigentes
peronistas, incluidos gobernadores e importantes intendentes, han
conversado más de lo que se sabe en los últimos días. Temen que
Cristina Kirchner y sus jóvenes de La Cámpora comprometan el
destino de poder del peronismo. ¿Y si tuvieran razón Mauricio
Macri, Hermes Binner o Ernesto Sanz cuando dicen que el peronismo,
menemista o kirchnerista, fatigó a la sociedad y que ésta podría
votar otras alternativas? Por eso, nadie debería sorprenderse si el
peronismo hiciera próximamente algunos gestos de diferenciación del
gobierno cristinista.
¡GORILA!
Y acá sí, dice “La Cámpora”(SIC) como quien dice un insulto. G
O R I L A .
Mientras
tanto, Cristina Kirchner trabaja sólo para el marketing de los
símbolos. El marketing es mucho menos que los símbolos puros. Los
autógrafos que Cristina le pidió a Fidel Castro en La Habana,
choluleando como una fan de una estrella de rock, contrastaron con la
importante gira de Dilma Rousseff. La presidenta brasileña estuvo en
Davos, donde trató de seducir a los empresarios más importantes del
mundo, y de ahí se fue a Cuba, donde inauguró una de las más
importantes inversiones privadas extranjeras en la isla desde que
existe el castrismo.
¿La
foto que se sacó Dilma dándole un abrazo a Cristina, se la sacó
“choluleando” (SIC) también? ¿Esto en paises serios no sucede?
La
saga del marketing de Cristina siguió luego por Twitter. Culpó a
banqueros y empresarios por una devaluación que ella misma perpetró.
Y también se quejó porque hubo aumentos de precios después de una
devaluación que careció de programa y de acuerdos políticos y
sectoriales. Se queja, en fin, porque la lluvia moja.
Vamos
a contarle a Joaco, que existe un programa y existen acuerdos
políticos y sectoriales. Se lo vamos a contar en este link, “porque
la lluvia moja” (SIC):
http://www.precioscuidados.com/
http://www.precioscuidados.com/
¿Para
qué trabaja esos símbolos? ¿Acaso porque piensa en regresar a casa
con ellos? ¿O, tal vez, porque se prepara para dar un giro en su
política de perpetuos zigzags? Sobre algunas variantes debe estar
reflexionando en estas horas; sabe que ni la política ni la economía
tolerarían dos años más al ritmo de un dramático vodevil.
¡Qué
sería “casa” (SIC)? ¿Sugiere el señor Joaquín Morales Solá
que la presidenta se va a ir “antes”? ¿Qué zig zag hubo en la
AUH, YPF, matrimonio igualitario, ProgresAr, etcétera? ¿Quiere ir a
un vodevil? En fin, nada nuevo bajo el sol.
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